El 25 de marzo de 1991 fallecía don José Rivera Ramírez, sacerdote diocesano, en Toledo. Treinta años después, el Arzobispo de Toledo, don Francisco Cerro Chaves, ha querido realizar un homenaje a aquel que siendo seminarista de nuestro Seminario, conoció como director espiritual de la casa.
Este acto tuvo lugar el pasado 24 de marzo en el Seminario. A las 19:30, en el claustro alto, se descubrió una placa en su memoria, fuera de la capilla de San José para evitar confundirlo con un culto público, y desde allí comenzó la procesión de entrada de la Misa de la Anunciación del Señor.
En la homilía, el Sr. Arzobispo destacó algunas de las virtudes del venerable, como la humildad, la oración y la entrega a los pobres. También contó alguna escena de su vida en la que coincidió con José Rivera, como retiros y su mismo funeral. Al final de la Misa, el vicepostulador de la causa de canonización, don Fernando Fernández de Bobadilla, dirigió unas palabras de agradecimiento al prelado por su interés en el que fue un sacerdote del presbiterio diocesano.
Finalmente, a las 22:00 tuvo lugar un coloquio en el que se hicieron preguntas sobre José Rivera al vicepostulador, tales como la influencia de su hermano, el siervo de Dios Antonio Rivera, en su vida; su dedicación a los pobres; su buena relación con el cardenal don Marcelo González Martín; su manera de dirigir espiritualmente a los seminaristas; cómo vivió espiritualmente don José sus últimos días; y finalmente, se aclararon los motivos de controversia que han podido surgir en torno a la figura del venerable.
El venerable José Rivera Ramírez nació en Toledo en 1925. Durante su infancia sufrió la Guerra Civil Española, donde falleció su hermano, siervo de Dios. Fue ordenado sacerdote en 1953. Tras un breve tiempo de experiencia parroquial, pasó a dedicarse al acompañamiento espiritual y formación en los seminarios. Es recordado por su amor a los pobres, especialmente a los gitanos. Falleció en 1991. En 1998 se abrió la etapa diocesana de canonización, que concluyó el año 2000. Fue declarado venerable en 2015.