El pasado sábado, día 12 de octubre, festividad de Nuestra Señora del Pilar, nos acercamos desde el seminario de Toledo a visitar a nuestros hermanos del seminario de Cuenca, siguiendo la tradición de encuentros entre seminaristas de la provincia eclesiástica.

El encuentro fue muy grato y provechoso, como los anteriores años. Los seminaristas de Cuenca nos habían preparado una ruta para conocer los lugares más emblemáticos de la ciudad, tales como el Santuario de la Virgen de las Angustias, el Puente de Hierro, las casas colgadas, así como las mejores vistas panorámicas desde algunos de sus miradores más conocidos. Al finalizar la mañana en la biblioteca del seminario tuvo lugar un encuentro para compartir experiencias misioneras de este verano, cosa que nos llenó de alegría y esperanza.

Al mediodía asistimos a una visita literaria por la bellísima catedral de la mano de su capellán mayor y responsable de comunicación, D. Miguel Ángel Albares, que nos obsequió con un ameno relato histórico de los principales hitos en su construcción y las tradiciones culturales y artísticas de alguna de sus capillas, retablos y demás elementos artísticos.

Posteriormente, tuvimos la oportunidad de celebrar la Santa Eucaristía con el obispo titular Monseñor José María Yanguas Sanz, que en un ambiente de cercanía y acogida nos habló de cómo las escrituras son fuente de vida y siempre merece la pena ponerse a la búsqueda de la Palabra de Dios. También nos recordó cómo el espíritu que está vivo nos vivifica a cada momento. Finalmente advirtió que la búsqueda de otras realidades ajenas al espíritu de Cristo supone una desviación del camino correcto.

Después de la comida en las dependencias del seminario, por la tarde pudimos disfrutar de un pequeño ágape en unos de los patios de la catedral en compañía del rector del seminario de Cuenca y del obispo.

Tras la agradable jornada regresamos al seminario en un ambiente jovial, dando gracias a Dios por la jornada de convivencia con nuestros compañeros de Cuenca.