Este lunes celebrábamos a nuestra Madre, la Virgen del Pilar, que según la tradición se apareció al apóstol Santiago a orillas del río Ebro para alentarle y animarle a que volviera a predicar el Evangelio a los que habitaban el territorio de Hispania.

En nuestro Seminario, nos unimos a esta fiesta de la Iglesia de España, celebrándolo con un día cargado de actividades.

Nos levantamos más tarde de lo habitual, para tener la Santa Misa todos juntos en la Capilla Mayor. Tras esta Eucaristía, que terminó con el canto del himno de la Virgen, tuvimos el desayuno.

A continuación, nos separamos por grupos para visitar distintos monumentos y obras de arte religioso, como son San Juan de los Reyes, la iglesia de El Salvador, la iglesia de los Jesuitas, el Entierro del Conde de Orgaz en la iglesia de Santo Tomé y el Real Colegio de doncellas nobles. Esta actividad no consistía tanto en ver o aprender historia, sino más bien, aprender a través de estas nuestra fe, siguiendo el Plan Pastoral Diocesano de este año

Al término de esta ruta por el casco histórico de Toledo, tuvimos la comida y el paseo. Al atardecer, nos unimos a la alabanza de la Iglesia con las Vísperas, y tras la cena y las Completas, nos fuimos a descansar.