Comienza una semana importantísima en el Seminario, una de las más intensas del año. Una intensidad que tiene que ver con el recogimiento, con la oración, el silencio… con tener los ojos puestos solo en el Señor. Comienzan los Ejercicios Espirituales.

La salud corporal es siempre necesaria, pero no lo es menos la que afecta a la dimensión espiritual de la persona. Nos ponemos esta semana en actitud de preparar y disponer el alma para buscar y hallar la voluntad divina. Dejar durante unos días las preocupaciones del día a día, los quehaceres, los ruidos del mundo… Para poder escuchar de manera más nítida la voz de Dios. Y así poderle: “en todo amar y servir”.

Esto es algo que no depende de nuestro esfuerzo ni solo de nuestra intención. La oración es un medio eficaz para que fructifique el propósito que los ejercitantes se marcan al iniciar los ejercicios. Es por eso que necesitamos tu ayuda. Necesitamos que con tu oración, pidas al Señor que ilumine a este grupo de jóvenes que han respondido a la llamada que Dios les hizo un día para emprender el apasionado camino de seguirle de cerca en el sacerdocio.

“Para poder ayudar a los demás necesitamos de encuentros personales con Dios: momentos de oración y de escucha de su Palabra”. Así lo afirmaba el papa Francisco en un tweet publicado en 2018 con motivo de la fiesta de san Ignacio de Loyola, autor de los Ejercicios Espirituales.

Recuerda en tus oraciones que del 25 de octubre al 1 de noviembre, los seminaristas de Toledo dedicarán su tiempo solo a Dios, para fortalecer su vocación y cimentarla sobre Cristo, roca firme. Pedid también a nuestra Madre Inmaculada que cuide de estos hijos suyos y que, como Ella, perseveren en su <<SÍ>>, para que lleguen un día a ser sacerdotes santos.