El pasado domingo, día 14 de mayo, tuvimos un muy agradable día en compañía de muchas familias de los seminaristas. Cada año celebramos este día con gran gozo para unirnos más al Señor a través de la familia que Él nos ha regalado.
Primeramente pudimos escuchar el testimonio de la familia de uno de los seminaristas que nos hicieron ver la belleza del matrimonio cristiano, acompañado de varias intervenciones de madres que nos hablaban de la experiencia de rezar por sus hijos, mostrándonos lo alentador que es poner sus vidas en las manos del Señor y de lo bueno que es hacerlo en comunidad.
También, como no podía ser de otra manera, tuvimos la celebración de la Santa Misa todos juntos, presidida por el señor rector, don Álvaro, quien con sencillez nos invitaba a profundizar sobre la grandeza de la vocación al sacerdocio.
Por la tarde disfrutamos de una velada preparada por los seminaristas, donde cada curso sacaba a relucir su originalidad para hacernos reír a todos. Y finalmente acabamos la jornada encomendándonos a Nuestra Madre María para después tener la exposición del Santísimo.
