La santa misa votiva del Espíritu Santo sirvió como comienzo del curso académico y de este modo de la vida ordinaria del Seminario, que ya se desarrolla con “normalidad” en todos sus ámbitos. “Normalidad” marcada por algunas medidas de seguridad e higiene que hicieron que el aforo se viera reducido en este atípico comienzo de curso.

A las 11.00 horas del pasado 28 de septiembre, dio comienzo la solemne celebración Eucarística presidida por primera vez por nuestro Arzobispo D. Francisco Cerro Chaves, algo inédito al ser antiguo alumno de esta Casa. Asistieron los rectores de los centros de formación sacerdotal de la diócesis y el de la Universidad de San Dámaso, así como los formadores y un nutrido grupo de profesores, seminaristas y alumnos. Nos acompañó también una representación de las autoridades civiles y militares de la ciudad.

El Sr. Arzobispo afirmó que “el Espíritu Santo es el que hace que seamos buena noticia para los que sufren, para los pobres”. De la misma manera manifestó al hilo de la Ratio Fundamentalis, que hay que “formar pastores que sean capaces de anunciar a los que sufren”. Ante la situación actual, protagonizada fundamentalmente por la pandemia de COVID-19, recalcó que “no podemos estar al margen de nuestra gente, de nuestro mundo y de nuestra realidad”.

Tras la ceremonia religiosa, en la que los profesores renovaron su profesión de fe, tuvo lugar el acto académico de apertura de curso. El salón de actos acogió la segunda parte de la jornada, que fue retransmitida por el Canal Diocesano. Gracias a ello los seminaristas pudieron seguir desde otras dependencias la ceremonia, puesto que las medidas de seguridad e higiene adoptadas así lo aconsejaban. Dio comienzo el acto con la lectura de la memoria académica del curso anterior, en la que se hizo referencia a la adaptación de la comunidad académica ante la imposibilidad de continuar con la actividad docente de manera presencial. A continuación tuvo lugar la lección inaugural impartida por el profesor de Sagrada Escritura D. Juan Félix Gallego Risco, que llevaba por título: “Un camino nuevo y vivo”. En palabras del ponente, “se trata de rastrear en el Nuevo Testamento algunos indicios que explican cómo desde el primer momento, la muerte de Cristo fue interpretada desde la liturgia del Yom Kipur y también cómo ha de ser la respuesta del hombre a esa expiación que Dios nos ha realizado en su hijo Jesucristo”.

Finalizó el acto con la inauguración del curso académico por parte del Sr. Arzobispo de Toledo.

By wsmayor

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