Como cada año, el pasado domingo 17 de noviembre ha tenido lugar la fiesta del Reservado en la cual se conmemora la primera vez en la que el Santísimo Sacramento fue reservado en el Sagrario de la capilla de nuestro seminario. Esta fiesta tiene lugar el segundo domingo de noviembre; este año, por motivos de agenda, se trasladó al domingo siguiente. Desde hace más de 100 años tiene lugar esta celebración, instituida por la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Sagrado Corazón de Jesús fundada por el beato Manuel Domingo y Sol, que regentaron el Seminario hasta hace pocos años.
Los días previos, los seminaristas engalanaron los pasillos de los claustros del Seminario Menor Santo Tomás de Villanueva y del Seminario Mayor San Ildefonso con altares, colgaduras y alfombras de sal para embellecer y acompañar la solemne procesión.
A primera hora de la mañana tuvo lugar la celebración de la Santa Misa, presidida por D. Enrique Rodríguez Ramos, párroco de Bargas y antiguo formador del Seminario. Al finalizar la Eucaristía, se expuso solemnemente el Santísimo Sacramento, que permaneció en la Custodia durante toda la jornada, hasta el rezo de Vísperas, que tuvo lugar a las 18,30 horas. A lo largo de todo el día fueron pasando las comunidades de los seminarios mayor y menor para adorar el Cuerpo de Cristo en un clima de recogimiento y profunda oración.
La celebración de las II Vísperas fue presidida por nuestro Arzobispo, D. Braulio Rodríguez Plaza. Ante la presencia real de Cristo Eucaristía, el prelado manifestó que el Señor viene, vino y vendrá y eso hace que nuestra vida sea diferente, donde no estemos simplemente “pasando el tiempo” sino viviendo con intensidad el testimonio de Jesucristo. Así mismo recordó que nuestra existencia aquí es una existencia plena, con nuestros fallos, con nuestros pecados, con la necesidad que tenemos de los sacramentos, del perdón, de la Eucaristía, de lo que constituye nuestra vida y podemos ser hombres y mujeres de esperanza.
A continuación tuvo lugar la procesión hasta el Seminario Menor donde se impartió la bendición y, para finalizar, el cortejo regresó hasta la Capilla Mayor.