La Cuaresma y la Semana Santa son, sin duda, tiempos fuertes de gracia y de especial encuentro con el Señor en nuestro Seminario.
Durante los viernes de Cuaresma los seminaristas hemos venido realizando el ejercicio piadoso del Vía Crucis por distintos conventos y monasterios de la ciudad imperial, en el contexto del año dedicado a la vida consagrada, según el Plan Pastoral Diocesano marcado por nuestro arzobispo.
Durante la Semana Santa, el Seminario ha participado de las celebraciones litúrgicas de la Catedral, así como en el servicio del altar en diferentes comunidades de clausura de la ciudad. Además, nuestra Capilla Musical, como viene siendo habitual, ha interpretado hermosas melodías en algunas de las procesiones que cada año recorren los estrechos callejones del casco histórico. Son días que se cuidan especialmente en la comunidad a través de meditaciones, charlas, retiro, silencio, oración…
Concluido el Santo Triduo Pascual, y llenos de la alegría del Señor resucitado, los seminaristas pudimos disfrutar de unos días de descanso en nuestras casas.