El pasado domingo 9 de octubre fueron bendecidas las albas de los nuevos seminaristas dentro de la celebración de la Santa Misa, como un signo visible de la pureza de vida necesaria para dedicarse al culto divino y al servicio de los hombres.
El pasado domingo 9 de octubre fueron bendecidas las albas de los nuevos seminaristas dentro de la celebración de la Santa Misa, como un signo visible de la pureza de vida necesaria para dedicarse al culto divino y al servicio de los hombres.
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