Estos días pasados, lunes y martes, se han celebrado en nuestro seminario las XIV Jornadas toledanas de Pensamiento Católico, que este año han versado sobre la fe en el arte. A través de las artes clásicas (literatura, música, arquitectura, pintura, escultura) hemos descubierto qué hay de fe, o cómo utilizan estas artes para llevar el mensaje evangélico. D. Francisco María, director del Instituto Teológico, fue el encargado de la apertura de estas jornadas, y después de su presentación comenzaron las sucesivas conferencias.

La primera fue impartida por Pilar Gordillo, que a través de las pinturas de la sala capitular de la Catedral nos trasmitió la belleza de la fe a través de la pintura. A continuación, D. Diego Blanco nos ofreció una conferencia muy divertida, pero no por ello menos rigurosa, acerca de la literatura y la fe, de superhéroes, de la cultura dominante, y de cómo hoy en día el bien no es la moda, sino que lo bueno es el mal: ya nadie defiende los nobles valores.

Durante la mañana del martes fue el turno de dos experimentados profesores de la casa, D. Juan Pedro Sánchez, cuya ponencia se titulaba “La escultura, expresión y camino de Salvación”, en la cual analizó las esculturas que rodean el coro y el presbiterio de la catedral, y D. Juan Miguel Ferrer. Su conferencia se llamó “El espacio litúrgico leído en clave mariológica”, una muy interesante plática sobre el papel que tiene la Virgen María en los espacios litúrgicos y en su arquitectura.

Las conferencias de la tarde del martes, que ya cerraban las Jornadas, fueron impartidas por un par de grandes personalidades en sus materias. El primero fue D. Rafael Javier Moreno, maestro de la capilla diocesana y profesor en la universidad de Castilla la Mancha, con su conferencia “Misticismo en la música del S.XX”.

La última conferencia nos la ofreció el conocido escritor D. Juan Manuel de Prada. A través de su característico pensamiento crítico, nos habló del arte profano y ateo, trazó brevemente un repaso de la actualidad, y no tuvo inconveniente en poner el dedo en la llaga y hablar de lo que se está haciendo mal incluso dentro del mundo católico.

Por último el Señor Arzobispo cerró estas magníficas Jornadas recogiendo una pincelada de todo lo que hemos escuchado durante estos dos días, dando las gracias a los participantes. Todos ellos nos dejaron con ganas de más, aunque gracias a las nuevas tecnologías siempre podremos acudir a estas magistrales ponencias vía YouTube, pero habrá que esperar al menos un año para saber qué tendremos de nuevo.