El pasado 9 de Mayo, se celebró en el Seminario la fiesta de san Juan de Ávila, patrono del clero español. En la celebración de la misa, presidida por nuestro arzobispo, don Braulio Rodriguez Plaza, concelebraron aquellos sacerdotes que cumplían los 25 y 50 años de sacerdocio, junto a un gran número de hermanos del presbiterio toledano.
En la homilía el arzobispo subrayó: “Nos percatamos que somos hoy más necesarios, los sacerdotes para la humanidad que nunca. Sí, ahora precisamente nos damos cuenta de cuán necesario e imprescindible es nuestro ministerio. De lo que se trata es de que se dé a los hombres lo que necesitan: respuesta e indicaciones de parte de Dios… Lo importante hoy, como ayer y siempre, para el sacerdote es que sea “un hombre de Dios”.
También nos recordó que una característica del sacerdote que se exige es la santidad y no tanto las dotes de organización o una superior intelectualidad.
A continuación tuvo lugar una intervención de don José María Alsina, que celebraba sus 25 años de sacerdocio, con un ponencia titulada: “Cor Sacerdotis, Cor Christi. El sacerdote hombre capaz de compasión.” Tras este momento, la jornada terminó con una comida fraterna.