Carta del Rector

Queridos amigos del Seminario Mayor de Toledo:

Estamos actualizando la página web de nuestro querido seminario mayor de “san Ildefonso” y me gustaría aprovechar la oportunidad para daros un cordial saludo.

Este curso está siendo un poco especial ya que el equipo de formadores es totalmente nuevo. El Sr. arzobispo, don Francisco Cerro Chaves, tuvo a bien cambiar a todos los formadores durante el verano de 2021. Ponemos a los pies de san José a los formadores que durante los años anteriores han estado en nuestro seminario entregando su vida por amor al Señor y a los seminaristas y pedimos que se santifiquen y den mucho fruto en la nueva misión encomendada.

Así pues, comenzábamos el curso en septiembre con el nuevo equipo y con 60 seminaristas distribuidos de la siguiente manera: 14 en propedéutico; 16 en la etapa discipular; 27 en el periodo de configuración y 3 en síntesis vocacional. De estos, 6 son extradiocesanos. Dos proceden de Burundi, otros dos del Congo, uno de Sudán del Sur y otro de la diócesis de Lugo. 

Ya estamos a las puertas de la Semana Santa y durante este tiempo el Señor nos ha bendecido abundantemente. Por la casa han pasado obispos, sacerdotes, misioneros, vida consagrada y laicos que nos han dado testimonio y nos ha hablado de su experiencia de Dios. Hemos tenido distintos momentos de formación intelectual, humana y espiritual. Los seminaristas tuvieron los ejercicios espirituales como gran momento de gracia. Además, varios han ido recibiendo los ministerios como pasos previos para recibir la ordenación sacerdotal. Durante las navidades nos visitó la Covid, pero gracias a Dios, los que la tuvieron la pasaron y fue un momento de mayor unión entre nosotros pues nos ayudó a poner más la confianza en Dios y a querernos más.

Con motivo de la fiesta de san José, los seminaristas tuvieron la oportunidad para ir a las distintas parroquias que lo solicitaron. Estuvieron en unas 40 parroquias dando testimonio de su vocación y de su vida y les ayudó a conocer la realidad diocesana, así como a convivir con distintos sacerdotes. La experiencia ha sido hermosa y siempre vuelven muy contentos contando las maravillas que Dios va haciendo en los corazones a través de su testimonio y su presencia.

Como siempre me siento en la obligación de dar las gracias a tantos que nos ayudáis con vuestras oraciones y donativos, en este momento en que los problemas materiales afloran más que nunca. Que el Señor os recompense como solo EL sabe hacerlo. Muchas gracias a los amigos del seminario y a tantas religiosas que rezan por nosotros. Pidamos por la santificación de los sacerdotes y seminaristas y que el Señor nos conceda abundantes vocaciones.

Que vivamos bien la Semana Santa siendo liberados de la esclavitud del pecado y viviendo la vida nueva de hijos de Dios que nos trae el Señor.

Recibid un cordial saludo en Cristo, en María y en san José.

Álvaro García Paniagua

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