El pasado domingo 18, además del cumpleaños del Sr. Arzobispo, celebrábamos el día del Domund, el día mundial de las misiones.

Los seminaristas hemos tenido el gran regalo de que un sacerdote que estuvo en las misiones de Moyobamba nos presidiera la Santa Misa. Se trata de don José Luis, párroco de Las Ventas Con Peña Aguilera,  que estuvo en la misión de la Prelatura durante trece años.

En la homilía, el presbítero toledano invitó a los seminaristas a no solo ser robustecidos, sino poseídos por el Espíritu Santo para alcanzar la santidad. El sacerdote enumeró tres problemas que podemos encontrarnos en el camino de la santidad:

En primer lugar, la preocupación de no ver los frutos, ya que Dios los suele ocultar para que no caigamos en la vanidad. En segundo lugar, la inquietud, porque el camino de la santidad lleva tiempo recorrerlo. En último lugar, no querer que Dios realice su obra en nosotros.

Nos contó lo que dijo el Santo Padre Juan Pablo II, que celebrábamos ese día, en su primera visita a España: «La Iglesia es esencialmente misionera, y el Papa se siente el primer misionero y responsable de la misión de la Iglesia.» Compartió con nosotros lo que decía un antiguo formador del seminario: «el que no tiene vocación de misionero, no tiene vocación de sacerdote.»

Para terminar la homilía, habló de su llamada en la oración a las misiones: fue un día que estaba rezando en la iglesia solo, y pensó que aquí hay sacerdotes, pero allí no. Iba con cierta inquietud. Estuvo trece años, hasta que volvió. Nos invitó a ir a las misiones, y que esto es una fuente de bendiciones para el que va y para la diócesis.