Este domingo 8 de noviembre hemos tenido el gozo de celebrar la fiesta del Reservado. Esta fecha es tan querida como esperada una vez pasados estos primeros meses de cursos. Se trata de un día en el que todo nuestro cariño y afecto se pone al servicio de Cristo Eucaristía, en acción de gracias por haberse quedado presente en el Santísimo Sacramento, por supuesto en todos los sagrarios del mundo, pero muy especialmente en los de nuestros seminarios mayor y menor.
Todo este cuidado que ponemos en la vivencia de esta fiesta se hace visible en una liturgia preciosa que nos ayuda a entrar de una manera muy especial en el misterio eucarístico. Pero lo realmente bonito es poner de nuestra parte nuestro trabajo, nuestro tiempo, ya sea en la preparación y ensayo de los cantos, la confección de las alfombras de sal, la preparación de altares y decorativos del recorrido procesional… De esta manera, nuestras pequeñas entregas previas a la fiesta hacen que con pequeños gestos vayamos poniendo nuestras vidas a los pies de Jesús Eucaristía. Y es esto lo que hace que vivamos bien estas celebraciones: lo importante no es todo lo externo, sino que lo externo habla de lo que sucede dentro.
Preparando la fiesta desde esta perspectiva no puede sino resultar una jornada digna del Señor, dedicada por entero a Él. Comenzó con el rezo de laudes a las ocho de la mañana. La santa misa fue a las once, y qué mejor introducción a la adoración que el sacrificio incruento de Dios sobre el altar. De esta manera a continuación se fueron sucediendo los turnos de adoración al Santísimo, quien estuvo expuesto en la custodia, acompañado por los diferentes cursos de seminaristas, hasta que dieran comienzo las vísperas, presididas por nuestro querido obispo don Francisco. Después tendría lugar la procesión eucarística a lo largo de nuestro Seminario, imagen preciosa de cómo Él ha de estar presente en todas nuestras realidades de forma íntegra.
Pues ojalá, ya acabado este día, una vez todo recogido y de vuelta al día a día, sea esta nuestra actitud y nuestra vida en el Seminario, siempre bajo la mirada de predilección de Cristo Eucaristía.
Aquí el video de las II Vísperas y la Procesión eucarística posterior: