El pasado fin de semana, los seminaristas de 4º y 5º visitamos junto con nuestro tutor una ciudad que suscita con presura el recuerdo de un tiempo esplendoroso para nuestro país, estrechamente ligado al progreso de la ciencia y el saber. Una ciudad imposible de imaginar sin estar teñida de la alegre algarabía de sus estudiantes, aquella a la que Lope de Vega elogió como «ínclita ciudad famosa, favorecida del cielo», Salamanca.

            El fin de semana de convivencia se inició con el rezo de vísperas solemnes el sábado por la tarde en el convento de las Oblatas de Cristo Sacerdote de Salamanca. Seguidamente los más futboleros pudieron ver el clásico Madrid-Barça en una de las terrazas cercanas a la catedral y los menos aficionados preferimos degustar tranquilamente el buen vino y embutido de la zona.  Sofocados los calores del partido unos, y habiendo acabado el último trozo de jamón otros, disfrutamos de una impresionante panorámica nocturna de la ciudad.

            De este paseo nocturno nos quedamos, sobre todo, con las imponentes «catedrales» (la catedral románica de transición al gótico aneja a  la catedral gótica), cuyo interior tuvimos ocasión de contemplar el domingo por la mañana, y la belleza de la que es la gloria de la ciudad, de la que fue epicentro de la cultura y el saber en España durante varios siglos: la universidad, por donde han deambulado Fray Luis de León, Miguel de Cervantes, San Juan de Ávila, Calderón de la Barca, Miguel de Unamuno… , testigo del desvelo de la Iglesia por iluminar las mentes de los hombres con la ciencia y el saber poniendo todos los medios a su alcance, lo cual contrasta, y mucho, con la concepción oscurantista de la Edad Media tan manida por la literatura moderna.

            Al día siguiente visitamos el convento y universidad de S. Esteban, con su maravillosa fachada, que es toda una catequesis tallada en piedra. Este fue sede de una de las escuelas teológicas que más sistematización y luz aportó a la teología del turbulento siglo XVI.

            Finalmente, concluimos nuestra breve, pero intensa, estancia en Salamanca participando de la misa en la catedral antigua y trayéndonos a Toledo la experiencia de dos días de distensión, cultura y alegría entre hermanos.

By wsmayor

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